Nombre científico: Lavándula officinalis, lavándula latifolia.   Desde la antigüedad se ha utilizado en los baños por su poder relajante, fueron los romanos que utilizaron su aceite en el agua de baño, su nombre viene del latín liviere que significa lívido o azulado.
Hábitat: La Cuenca del Mediterráneo, fueron los romanos los que en su expansión territorial llevaron a las Colonias esta hermosa planta.
Componentes: Aceite de linalol. geraniol, eucalipto, alcanfor entre los más destacados.
Usos: Varias especies de lavanda se utilizaron para desinfectar hospitales y salas de enfermos en la antigua Persia, Grecia y Roma.  Tradicionalmente se ha empleado como relajante, su aceite esencial es extraordinario, se utiliza en aromaterapia, en formulas anti-estrés, para baños relajantes, se utiliza en esencias florales, en cremas dermatológicas, en perfumes, en tés, en almohadas, etc.
Su uso como relajante, antidepresivo es muy conocido.
Flores de lavanda y el aceite también se han utilizado para laringitis, asma, sinusitis, e infecciones por cándida.  Cuando el aceite de lavanda es masajeado  en las sienes, puede ayudar a aliviar muchas formas de dolor de cabeza. También puede aliviar muchas causas de dolor muscular. En aromaterapia, la lavanda se utiliza para muchas afecciones de la piel, incluyendo picaduras de insectos, quemaduras, inflamación, y para curar pequeños cortes.
Investigación Moderna:
La investigación actual para usos externos del  aceite de flor de lavanda ha mostrado alguna evidencia para el alivio de la ansiedad y el estado de ánimo depresivo, la capacidad para promover el sueño, y como un  antibacterial.  Las propiedades antibacterianas del aceite esencial han resultado eficaces en la curación del periné en las mujeres que tuvieron episiotomías posparto. Además, la aromaterapia con aceite de lavanda reduce el nivel de ansiedad percibida y los síntomas físicos de la ansiedad en los estudiantes de enfermería. En los pacientes de cuidados paliativos, ha provocado una disminución en la percepción del dolor y depresión y un mayor sentido de bienestar.  En otros estudios, el aceite de lavanda se ha encontrado ser  eficaz en la reducción de los estados de ánimo de ira y frustración sobre el futuro.  El aceite esencial de lavanda también se ha estudiado por su capacidad para reducir la agitación y mitigar los efectos de la demencia en los pacientes ancianos.

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