Esta formidable planta la han utilizado desde hace más de dos mil años,  los romanos lo recomendaban como un tónico hepático, utilizado en Europa hasta bien entrado el siglo XIX con el advenimiento de los medicamentos basados en sustancias naturales.

El cardo mariano es una planta silvestre que crece en suelos saturados de materia orgánica animal, nutrientes en donde abunda el fósforo pero este elemento clave no esta disponible para su absorción, al consumir esta planta mejora la función hepatica y el fósforo se hace asimilable, ayudando en al regeneración celular del hígado, según lo afirma un Gourmet y Biólogo muy singular: George Oxley, autor del ‘Manifiesto glotón de las plantas silvestres comestibles’.  Como componentes principales se encuentran la silibinina, silidianina, que se han demostrado tener actividad anticancerosa en tejido prostático.

George Oxley, biólogo y gourmet: “Dos tercios del cambio climático se deben a la labranza” leer aquí:

Es un poderoso antioxidante hepático que lo utiliza como parte clave del protocolo del Dr. Burk Berkson MD. Ph.D.:

-Que consiste en ácido alfa-lipoico (ALA), 300 mg, dos veces al día;

selenio oral, 200 mcg, dos veces al día; y

silimarina oral (cardo de leche), 300 mg por día., en pacientes con cirrosis hepática, Hepatititis C, etc. 

El Dr. Berkson recomienda un total de 1.800 mg de un producto estandarizado de silimarina, que se tomará en dosis divididas. Típicamente, esto implica tomar tres cápsulas de 300 mg con desayuno o almuerzo, y otras tres cápsulas durante la cena. 

El Dr. Burt Berkson – “Un pionero en la lucha contra la enfermedad hepática” leer: aquí