Uno de los cánceres cerebrales más frecuentes y agresivos en los adultos es el glioblastoma, su tratamiento ha sido un desafío enorme para la medicina convencional, poco se ha obtenido con los tratamientos oncológicos actuales, en muchos pacientes la solución es paliativa y los mandan a las casas a que los familiares ademas de hacerse caso del familiar deben lidiar con los aspectos medico, el abandono por parte de los estamentos de salud es pavoroso pero real.
El cerebro funciona mejor como fuente de energía con cuerpos cetónicos que con glucosa.
“La glucosa y el aminoácido glutamina son los dos principales combustibles fermentables del organismo que pueden impulsar el crecimiento del glioblastoma, así como de la mayoría de los cánceres, explicó Seyfried.
Sin embargo, son relativamente pocos los estudios que se han centrado simultáneamente en estos combustibles como candidatos para el tratamiento terapéutico del glioblastoma.
En un informe en diciembre de 2019, Seyfried y sus colegas identificaron la fermentación de la glutamina como el “eslabón perdido” de la teoría metabólica del cáncer planteada por primera vez por el premio Nobel Otto Warburg en 1931.
Contrariamente a la teoría según la cual el cáncer viene determinado por la inestabilidad genómica en el núcleo de una célula, la teoría metabólica del cáncer sostiene que el camino mortal del cáncer comienza en las mitocondrias, donde las células generan energía.
En su nuevo estudio, los investigadores administraron DON, un antagonista de la glutamina, 6-diazo-5-oxo-L-norleucina (DON), junto con una dieta cetogénica baja en calorías para tratar el crecimiento tumoral en fase avanzada en el cerebro.
Según Seyfried, el DON actúa sobre el “eslabón perdido” bioquímico, la reacción glutaminolísica, mientras que la dieta cetogénica reduce la glucosa y eleva los cuerpos cetónicos no fermentables y neuroprotectores.
“La estrategia terapéutica dieta-fármaco eliminó las células tumorales al tiempo que revirtió los síntomas de la enfermedad y mejoró la supervivencia general de los ratones”, dijo Seyfried.
La estrategia terapéutica también reduce el edema, la hemorragia y la inflamación. Además, la dieta cetogénica restringida en calorías facilitó la administración de DON al cerebro y permitió una dosis más baja para lograr el efecto terapéutico.”