La palabra “sensibilidad” viene del latín sensibilitas y significa “cualidad de poder percibir estímulos, por medio de los sentidos”. Sus componentes léxicos son: sensus (sentido), ible (posibilidad), más el sufijo -dad (cualidad).
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación. (Proverbio árabe)
sinónimos :
emotividad, afectividad, delicadeza, impresionabilidad, sentimiento, sentimentalismo, ternura.
En el siglo XVIII, la palabra designa a una forma particular de tener sentimientos humanos: sentimientos de piedad, tristeza, etc. Y el trabajo de los “sinonimistas” consiste principalmente en contraponer lo sensible a lo tierno: la sensibilidad, escribe por ejemplo el abate Girard en su exquisito tratado de Sinónimos franceses (utilizo la edición revisada por Beauzée, París, 1780, t. II, p. 38) –
“la sensibilidad tiene más que ver con la sensación, la ternura al sentimiento.
Esta última tiene una relación más directa con los desplazamientos de un alma que se precipita hacia los objetos; es activa. Esta última tiene una relación más marcada con las impresiones que los objetos producen en el alma; es pasiva…
El calor de la sangre nos conduce a la ternura; la delicadeza de los órganos penetra en la sensibilidad. Por lo tanto, los jóvenes serán más tiernos que los ancianos; los ancianos más sensibles que los jóvenes”.
La falta de sensibilidad es básicamente un desconocimiento de nosotros mismos. (Eric Hoffer)
La sensibilidad es una virtud sencilla pero poderosa, nos acerca a nuestro Propio Ser, nos permite crear vínculos con personas, animales, vegetales, seres animados ó no de la biosfera, del ámbito laboral, de lo cotidiano, a nivel global, es necesario gestionarla, optimizarla ya que sin ella nos sentimos aislados, no vinculados, ajenos
En (PAS) personas altamente sensibles esta muy desarrollada, somos extremadamente sensibles, emotivos, delicados, muy tiernos, lloramos con estados o sentimientos del Ser que nos permean, afectan, influencian, como un componente clave de un sistema nervioso optimizado, vulnerable al estrés crónico, en un mundo ruidoso, lleno de estímulos de diversa clase, los cuales opacan, minimizan, los estímulos naturales vs los artificiales o humanos
Sin sensibilidad no hay espacio, oportunidades para que el plexo cardiaco en cuyo centro se halla el corazón o cerebro emocional psicoafectivo, pueda percibir, gestionar todas las emociones, sentimientos, intuiciones, introspecciones que nos llegan continuamente, expresar nuestras impresiones, reacciones, interactuar con aquello que nos impregna, cala, traspasa….