Sobre el doctor Juan Manuel Martínez
Tengo 59 años de edad, de los cuales he dedicado 44 a la medicina alternativa. Comencé a leer sobre esta disciplina cuando tenía 17 años, indagando empíricamente sobre temas como cosmoterapia, auriculotarapia, y practicando Hatha Yoga. Fue al finalizar la universidad cuando un profesor me asesoró para que inclinara mi vida profesional hacia alguna técnica cuya esencia estuviera enfocada en el uso de mis manos. Para ese entonces quise especializarme en Cirugía Plástica, sin embargo sentía la necesidad inevitable de continuar aprendiendo sobre aquella rama de la medicina que leía desde adolecente, y que se convertiría en mi verdadera vocación.
Recuerdo que el 26 de abril de 1992, un amigo con quien compartía consultorio en la calle 85 con carrera 15, en la ciudad de Bogotá, me invitó a un simposio en Fusagasugá enfocado en medicina alternativa. Asistí y sentí cómo se abrió mi mente; era como una explosión de juegos pirotécnicos en mis sentidos. Desde entonces comencé a investigar más a profundidad. Fue una inclinación muy natural y desde entonces llevo 29 años aplicando mis conocimientos a nivel profesional. Poco a poco me fui convirtiendo en una autoridad en lo que hago.
He hecho cursos y diplomados, aunque mi formación ha sido, y seguirá siendo, autodidacta. Admiro a diferentes especialistas y siempre busco enfoques con respaldo y protocolos internacionales. Incorporo lo que leo y lo optimizo en la práctica. A lo largo de los años he hecho una medicina ecléptica que decidí llamar orto-regenerativa (ortomolecular y regeneración), que incluye regeneración del Ser en sus partes visibles e invisibles, y con la tierra que está deteriorada. Hoy recuerdo el consejo de aquel profesor quien sin saberlo me ayudó a descubrir esa vocación.
Todo lo que hago es de manera manual; desde las infusiones y los masajes regenerativos, hasta la práctica de procedimientos con campos magnéticos.