Las dosis altas de vitamina C pueden administrarse por infusión intravenosa (IV) (a través de una vena en el torrente sanguíneo) o por vía oral (tomada por la boca). Cuando se administra por infusión intravenosa, la vitamina C puede alcanzar concentraciones mucho más altas en la sangre que la misma cantidad tomada por la boca (vea la Pregunta 1).
Las dosis altas de vitamina C se han estudiado como un tratamiento para pacientes con cáncer desde la década de 1970 (vea la Pregunta 2).
En algunos estudios de laboratorio y en animales, se observó que la combinación de vitamina C con tratamientos contra el cáncer puede ser útil; en otros estudios se observó que ciertas formas de la vitamina C pueden disminuir la eficacia de la quimioterapia (vea la Pregunta 5).
En algunos estudios en seres humanos se observó que, las dosis altas de vitamina C IV en pacientes con cáncer mejoraron la calidad de vida y el funcionamiento físico, mental y emocional, así como los síntomas de fatiga, náuseas y vómitos, dolor y pérdida del apetito (vea la Pregunta 6).
Aunque, en general, la vitamina C está aprobada como suplemento alimentario, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los EE. UU. no ha aprobado el uso de dosis altas de vitamina C IV para tratar el cáncer u otras afecciones (vea la Pregunta 9).
Preguntas y respuestas sobre las dosis altas de vitamina C