La Dra. Turner se dio cuenta de que hay muchos casos publicados en la literatura sobre remisiones espontáneas (ella prefiere llamarlas radicales porque tiene más sentido, luego lo entenderéis mejor) y la comunidad científica no consigue encontrar ninguna explicación a este fenómeno, pero en todos los casos se ignora la opinión de la persona que sufre la remisión. ¿Cómo es posible que una gran parte de la comunidad científica esté intentando buscar la cura para el cáncer y cuando un paciente se cura de forma casi milagrosa nadie habla con él? Todo tiene una explicación, nada ocurre porque sí, y afortunadamente la Dra. Turner se dio cuenta de esto, así que su investigación consistió en viajar por todo el mundo entrevistando a personas que habían sufrido remisiones espontáneas, en su mayoría de cánceres en estadío 4, y se dio cuenta de que las remisiones no eran tan espontáneas, en la gran mayoría de los casos los pacientes habían contribuido de manera muy activa a su curación, de ahí que ella prefiera llamarlas ‘radicales’. Después de un año viajando la investigación continúa y hoy en día ya ha analizado más de mil casos similares, de hecho a raíz de su investigación se creó el ‘Proyecto Remisión Radical’.
En este libro la Dra. Turner recoge los factores clave que tienen en común las personas que consiguen revertir enfermedades terminales. Esto por supuesto es una información muy valiosa para los enfermos pero también lo es para el resto en términos de prevención. ¿No es genial?.
Básicamente la doctora estudia a pacientes que pertenecen a tres grupos de personas:
-Gente que no usa medicina convencional, es decir, ni operación ni quinio ni radio
-Gente que usa medicina convencional pero que en un momento dado los médicos les dicen que no hay nada más que hacer y buscan alternativas
-Gente que combina medicina convencional con medicina integrativa
Una de sus principales conclusiones es que la curación es posible en cualquier punto del proceso, desgraciadamente no quiere decir que todo el mundo la consiga, pero la posibilidad sí existe porque todas estas personas dan crédito de ello. Es importante aclarar que por supuesto la Dra. Turner no está en contra del uso de tratamientos convencionales, opina que cada caso es distinto y cada persona necesita una aproximación diferente según sus necesidades.
Pero vayamos a lo que más nos interesa, ¿qué han hecho todas estas personas para desafiar su fatal diagnóstico? ¿qué podemos sacar de todo esto e implementar en nuestra vida diaria como prevención? ¿Qué papel juega la nutrición? ¿Preparados?
1. Cambio radical de la dieta
Os lo esperabais, no? Por supuesto todos ellos hacen cambios drásticos en su alimentación. Introducen zumos y batidos verdes y llevan una alimentación basada en plantas, al menos la mitad del plato siempre son verduras. Además apartan de su dieta la carne, los lácteos, el azúcar y el trigo.
2. Toman hierbas y ciertos suplementos
En el libro la doctora entra más en detalle en este y el resto de puntos, pero habla de varios tipos de suplementos que suelen estar presentes en casi todos los casos. De todas formas esto depende mucho del estado general de la persona, sus carencias, etc., por eso lo mejor es rodearse de un buen equipo especialista en oncología integrativa y buenos profesionales de la nutrición que sepan aconsejar cuáles son los mejores suplementos para cada caso y conozcan la calidad de los mismos. Como referencia en España acaba de nacer la Asociación de Oncología Integrativa (http://www.oncologiaintegrativa.org/) donde podréis encontrar un listado de médicos especialistas en este campo, además de información y artículos relacionados con este tema.
3. Profundizan en su lado espiritual
A través de la meditación, la conexión con la naturaleza e incluso el uso de la oración. Muchos estudios ya han demostrado el efecto que tiene la meditación sobre nuestro cerebro. Además, se ha descubierto incluso que la meditación puede conseguir que se expresen ciertos genes que fortalecen el sistema inmune y tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos. Este punto es fundamental y juega un papel muy importante en el proceso de curación de todas estas personas.
4. Toman el control de su salud
Todos ellos asumen y entienden que su salud está en sus manos y que depende totalmente de lo que hagan, de lo coman, de lo que piensen… Solo así pueden conseguir la motivación y la conciencia necesaria para llevar a cabo todos estos cambios.
5. Siguen su intuición
6. Se liberan de emociones reprimidas
Hay muchas técnicas y muchos profesionales que pueden ayudar a liberar emociones reprimidas del pasado. Situación y sentimientos que no se ‘digieren’ y que afectan a nuestra salud física. Recordad que somos un todo y que somos lo que comemos pero también somos lo que pensamos y lo que sentimos. Hay muchos estudios que confirman la relación entre las emociones y la salud física, sobretodo en cómo afectan las emociones a nuestro sistema inmune.
7. Aumentar las emociones y pensamientos positivos
8. Tienen apoyo social
9. Tienen fuertes razones para vivir
Si conocéis a alguien enfermo por favor pasadle esta información y aunque no estéis enfermos espero que os haga reflexionar e implementéis muchas de las cosas en vuestra vida diaria. Compartid esta información para que cada vez más gente pueda vivir una vida más plena y feliz.
Si queréis más información sobre la oncología integrativa podéis visitar la página web de la Asociación de Oncología Integrativa (http://www.oncologiaintegrativa.org/). También os dejo la página web de la Dra. Turner (http://www.drkellyturner.com) y la página web del proyecto Remisión Radical (http://www.radicalremission.com) por si queréis profundizar en este tema.
Tomado de