La espalda del bebé es muy caliente (color rojo), debido a la presencia de grandes cantidades de grasa parda que protegen sus órganos

Papel paracrino y endocrino del Tejido Graso Pardo

Ahora es bien reconocido que el tejido graso blanco es un órgano endocrino activo que segrega numerosas moléculas de señalización, tales como adipoquinas, que tiene tanto efectos endocrinos y paracrinos.

El papel del tejido graso pardo como un órgano secretor es controversial, aunque está siendo reconocido que dicho tejido puede tener algún papel como productor de algunas hormonas.

Alimentos: La grasa parda no solo te hace adelgazar, también limpia tu  sangre

El tejido adiposo blanco es el órgano principal encargado de almacenar energía en forma de triglicéridos, el tejido adiposo marrón es rico en mitocondrias, el orgánulo de la célula responsable de producir energía.

El color pardo de este tipo de grasa en fresco es debido a la presencia de multitud de mitocondrias en su citoplasma, las cuales contienen una gran cantidad de citocromo oxidasa. También ayuda al color su alta vascularización. Estos adipocitos se caracterizan por poseer en alta cantidad la proteína UCP1, la cual desacopla la cadena de transporte de electrones de la síntesis de ATP, de manera que esa energía que genera la cadena de transporte de electrones en forma de gradiente de protones se emplea en la producción de calor que no pasa por la cadena respiratoria, así que en vez de generar energía útil, disipa energía en forma de calor. Esta función, conocida como termogénesis sin temblor, es crucial en los bebés para mantener la temperatura corporal.

Durante el desarrollo la grasa parda aparece antes que la blanca.

Se ha comprobado que en condiciones de temperatura alta o cálida, cundo no se necesita producir calor, y los animales están bien alimentados, los adipocitos de grasa parda se parecen a los de la grasa blanca. Cuando se someten después a bajas temperaturas revierten su aspecto a multiloculares y aumentan en número.

En humanos se encuentra en regiones dispersas que se pueden agrupar en dos:

  1. Viscerales: perivasculares (arterias aorta, carótidas, braquicefálicas, coronarias epicardiales, venas cardiacas, arteria mamilar interna, arterias y venas intercostales), en torno a órganos huecos (corazón, tráquea, bronquios mayores, mesocolon, omentum principal) y en torno a órganos sólidos (tórax paravertebral, páncreas, riñón, hígado, hilio del bazo).
  2. Subcutánea: músculos anteriores del cuello, fosa supracavicular, bajo las clavículas, axila, pared abdominal anterior, fosa inguinal.

Se pensaba que los adultos no tenían grasa parda pero se constató que sí la tienen pero inactiva y en menor cantidad debido entre otros factores a la edad, enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes, cáncer, etc.

Grasa distribución
Distribución principal en humanos de la grasa blanca y de a grasa parda (modificado de Gesta et al., 2007).

Similar a la grasa blanca, la grasa parda segrega la proteína de unión de retinol 4 que modula la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa y tiene un papel en la diabetes.

Los adipocitos marrones son también un sitio importante para la síntesis de triyodotironina, que puede ser liberada para los propósitos sistémicos en condiciones de alta termogénesis por la grasa parda. Otros adipoquinas, tales como interleuquinas y el IGF-1, también pueden ser sintetizados y secretados por los adipocitos marrones.

Se ha demostrado la presencia de adipocitos marrones en lugares vitales como el tejido adiposo epicárdico en los seres humanos que los adipocitos marrones pueden actuar como mecanismos de compensación de lípidos para proteger el miocardio y los vasos coronarios de la hiperlipidemia.

Tomado de Brown Adipose Tissue: A New Human Organ?

La grasa que rodea al corazón cumple otra función la de protección.

Se ha encontrado además, que en los adultos saludables la grasa parda está activa, lo cual conlleva a tener una figura sin acúmulos de grasa, una vida saludable, esto me hace acordar la vida de nuestros antepasados que tenían que realizar mucho ejercicio, estaban expuestos a temperaturas bajas, no sufrían de obesidad, enfermedades crónicas y degenerativas.